viernes, 25 de diciembre de 2009

Tampico

Antes de regresar a mi casa, me di tiempo de conocer el puerto de Tampico. Como no lleve cámara, a continuación escribiré algunas de las tomas que me hubiera gustado hacer:

1) En la carretera, más allá del entronque que viene de Cd. Valles. Comienza una serie de ciénegas y lagunas donde los patos, los cormoranes y otras aves acuáticas abundan. De cuando en cuando algunos riachuelos e instalaciones petroleras. En uno de los canales que se cruzan, tomando el sol sobre un ducto de PEMEX ,dos enormes iguanas verdes, de tan viejas con una cresta enorme y largas colas. ¿Quién las iba a molestar ahi? ¿Alguién se atrevería a disparar al ducto?

2) En el puente que une Pánuco con Tampico. Casas y barcos casi tocándose. Óxido y olas. Sobre las aguas, próximos a las construcciones arracimadas en la rivera, pelicanos pardos. En los tejados, airones y garzas.

3) El hotel era verdaderamente barato. Un leve norte hacia innecesario pagar aire acondicionado. Me recosté con toda la jaqueca de un mal dormir por más de diez horas. Y de repente noté un viejo rumor conocido para quien creció en costa: el mar muy a lo lejos. Deje que me inundará el sueño.

4) En la Plaza de la Libertad confluyen construcciones de principios del siglo pasado tipo Nueva Orleáns con algunas más viejas. La gente me resultaba atractiva, una mezcla entre norteños y veracruzanos - ni lo uno ni lo otro-que reía bajo el norte. Toda mi estancia en la ciudad la pasé mojado, resintiendo en los huesos el viaje, pero feliz.

1 comentario:

  1. El comentario acerca de las iguanas, los balazos y los ductos me parece muy atinado.
    Lástima que no conociste el Bar Barbaros... muy buena botana.

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